Para los campistas, el otoño es una estación mágica para admirar paisajes hermosos que cambian de color en vibrantes tonos rojos, naranjas y amarillos.
Viajar en autocaravana permite explorar panoramas que cortan la respiración, detenerse para tomar fotos y hacer pequeños desvíos por el camino.
He aquí algunas sugerencias para planificar un viaje otoñal y algunos lugares para contemplar el follaje.
Follaje
«Follaje» es el término comúnmente utilizado para describir el proceso estacional durante el cual las hojas de los árboles cambian de color antes de caer. De hecho, esta transformación forma parte de la transición de la planta a su estado de reposo invernal.
El fenómeno se debe principalmente a la disminución de la producción de clorofila, el pigmento que da a las hojas su color verde y ayuda a las plantas a convertir la luz solar en energía química.
A medida que los días se acortan y el tiempo se vuelve más frío, la producción de clorofila se ralentiza y acaba por dejar de descomponerse y hacer visibles otros pigmentos de las hojas.
Estos pigmentos son principalmente los carotenoides, que producen los colores amarillo y naranja, y las antocianinas, responsables de los rojos y morados.
La variedad de colores
No todas las plantas durante el otoño «producen» la misma variedad de colores: el amarillo y el naranja, debido a la presencia de carotenoides, son comunes en especies como robles, hayas y abedules; los tonos rojos y púrpuras son típicos de especies como los arces y algunos tipos de robles debido a la producción de antocianinas que pueden aumentar en respuesta a la intensa luz solar y las bajas temperaturas durante el día.
El color marrón, por el contrario, suele estar presente en las hojas que tienen altos niveles de taninos, como algunas especies de roble.
Este espectáculo natural de color es especialmente evidente en las regiones templadas y puede variar mucho de una especie a otra y de un lugar a otro.
Dónde ver el follaje en autocaravana
Un viaje en autocaravana para descubrir el follaje otoñal ofrece una experiencia única y envolvente de los cambios estacionales de la naturaleza. Desde los fascinantes bosques de Europa hasta las pintorescas carreteras de Norteamérica, cada ruta promete vistas memorables y momentos inolvidables.
Europa, en particular, ofrece numerosos paisajes que se transforman en otoño, ofreciendo espectáculos de colores cálidos e intensos. He aquí algunos de los mejores destinos para planificar nuevas rutas en autocaravana y admirar el follaje.
Selva Negra, Alemania
Con sus densos bosques de coníferas y árboles de hoja caduca, la Selva Negra ofrece uno de los mejores espectáculos otoñales de Europa. Los colores vivos se reflejan en las aguas cristalinas de sus lagos y las rutas de senderismo se convierten en senderos mágicos entre castillos y pueblos de cuento.
Podemos empezar en Friburgo de Brisgovia y pasar por las pintorescas ciudades de Baden-Baden (famosa también por sus aguas termales), Triberg, con las cascadas más altas de Alemania, y Titisee, donde podrá relajarse y admirar el espectáculo del follaje «sumergiéndose» en el mayor lago natural de la Selva Negra.
Valle del Loira, Francia
Famoso por sus históricos castillos renacentistas, el Valle del Loira también ofrece un espectáculo único en otoño, cuando las hojas se vuelven doradas y el tímido sol ilumina las fachadas de sus numerosos castillos.
El follaje de los viñedos es un espectáculo para la vista y el periodo comprendido entre octubre y noviembre es el más rico en eventos relacionados con la naturaleza, así como una excelente oportunidad para disfrutar de excelentes degustaciones en las bodegas de la región.
El Valle del Loira, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, alberga más de 300 castillos y encantadores paisajes surcados por carriles bici, entre ellos una de las rutas más pedaleadas de Europa, la Loire à Vélo.
Partiremos de Orleans hacia Nantes siguiendo el curso del río Loira para visitar algunos de los más bellos castillos, como Chambord, Chenonceau y Clos Lucé, y pasear por las calles de Tours o Amboise, la última morada de Leonardo da Vinci.
Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, Croacia
El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice está situado a medio camino entre Zagreb, la capital de Croacia, y Zadar, en Dalmacia, y consta de 16 lagos alimentados por los ríos Bijela Rijeka y Crna Rijeka (río Blanco y río Negro) y manantiales subterráneos, conectados por una serie de cascadas, que desembocan en el río Korana.
Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, pueden visitarse gracias a una red bien señalizada de senderos y 18 km de pasarelas de madera que confieren al recorrido por la orilla del agua un encanto único, pero la vista se vuelve aún más espectacular en otoño, cuando los bosques circundantes estallan en una deslumbrante gama de colores otoñales.
Toscana, Italia
Además de ser famosa por sus paisajes de colinas, sus ciudades de arte y su buena gastronomía, la Toscana es una de las regiones italianas donde el espectáculo del follaje otoñal alcanza su máximo esplendor.
Gran parte del mérito hay que atribuírselo al Parque Nacional de los Bosques Casentinesi, una de las zonas forestales más incontaminadas de Europa que se extiende por 38.000 hectáreas a lo largo de las laderas de los Apeninos Tosco-Romagnanos, entre las provincias de Arezzo y Florencia.
En Garfagnana, un valle entre los Alpes Apuanos y los Apeninos Tosco-Emilianos atravesado por el río Serchio, los protagonistas del otoño son los densos bosques de castaños y los pequeños pueblos antiguos que conservan la historia y las tradiciones de esta tierra.
Al sur de la Toscana, otro protagonista del otoño son los bosques que rodean el Monte Amiata, un antiguo volcán ya extinguido, que se extiende entre la Maremma y Val d’Orcia, en las provincias de Grosseto y Siena. Aquí es posible llegar al mayor hayedo de Europa y dejarse envolver por los cálidos colores de las hojas coloreadas, en las ramas y a lo largo del camino.
Carintia, Austria
Carintia es una región extensa y pintoresca, estrechamente ligada a sus tradiciones alpinas y muy bien dotada en el frente de la hospitalidad, que ofrece un auténtico contacto con la naturaleza y multitud de oportunidades recreativas.
En otoño, la región más meridional de Austria, con sus lagos enclavados entre montañas cubiertas de bosques, ofrece a sus visitantes uno de los panoramas naturales más encantadores, especialmente en torno al lago Weissensee y el lago Wörthersee, con una variada galería de colores que van del verde al amarillo anaranjado, pasando por el rojo y el marrón.
Algunos consejos prácticos para admirar el follaje en autocaravana
He aquí algunos consejos prácticos para que la experiencia sea aún más memorable:
1) Planifica tu viaje con antelación
Cada año, el «turismo de follaje» lleva a miles de personas a viajar entre septiembre y octubre para contemplar las típicas transformaciones otoñales de la naturaleza. Reserva con antelación campings y áreas de descanso, sobre todo en destinos populares, ya que pueden llenarse rápidamente.
2) Vigilar el follaje
La mejor época varía según la región, pero suele ser entre septiembre y octubre. Los árboles cambian de color a ritmos diferentes en función del clima local, por lo que es esencial vigilar las previsiones estacionales para elegir el mejor momento para planificar tu viaje en autocaravana. Los sitios web especializados, las aplicaciones y los mapas en línea pueden ayudarle a obtener actualizaciones en tiempo real sobre el estado del cambio de color en las distintas zonas.
3) Elegir el destino adecuado
Hay lugares con una gran variedad de especies arbóreas para disfrutar de una paleta de colores más amplia, y las zonas montañosas o accidentadas suelen ofrecer miradores que proporcionan vistas espectaculares del paisaje otoñal. Caminar por un bosque otoñal es una de las mejores formas de apreciar el cambio de colores, mientras que algunas zonas ofrecen carriles bici por regiones conocidas por su espectacular follaje.
